El director de cine manchego, prolífico como pocos durante la pandemia, nos sigue sorprendiendo con los ensayos que sigue escribiendo desde que nos obligaron a confinarnos en casa. Una suerte de escritos en los que habla, expone, divaga y reflexiona sobre todos los sentimientos que le han despertado la nueva situación y con los que no paramos de sacar buenos titulares.

Un aislamiento social que le han llevado a dar a luz ¡VIVA LA TRISTEZA!, un escrito en el que Almodóvar afirma sentirse triste debido a la imposibilidad de trabajar, bajo de ánimos y con la líbido por los suelos.

“Mi libido me ha abandonado desde que comenzó el aislamiento. Supongo que la tristeza y la preocupación han desplazado las fantasías eróticas”, explica el cineasta.

Un sentir popular pero que muchos no hemos querido poner en alto o compartir con nuestros más cercanos porque hay males mayores pero que, sin duda, también afecta a Almodóvar, persona de lo más erótica como todos ya sabemos. Y es que, ¿acaso no has sentido la llamada de tu instinto más animal durante todos estos? ¡Pues onanismo al canto! Pero… ¿y si las ganas flaquean como si estuvieras en Supervivientes 3 meses?

“Llamé a un amigo por teléfono para averiguar cómo se encontraba su libido durante el aislamiento y me dijo que bien e incluso algo mejor de lo normal. Que la reducción de estrés en su vida ha beneficiado la relación con su pareja… Realicé varias llamadas a amigos hombres y mujeres para preguntarles sobre su apetito sexual. Aparte de uno que estaba desesperado y me dijo que había acordado en línea reunirse con diferentes personas en los supermercados para follar en los baños, en general, la pandemia y su consiguiente aislamiento ha reducido las necesidades eróticas de la mayoría de las personas a las que llamé”, añade un preocupado Almodóvar.

Una bases bajo las que el director mantiene su cabeza activa, desarrollando este particular análisis de las conductas sexuales bajo la pandemia y el confinamiento, haciendo especial hincapié en el terror de los más promiscuos del barrio que lo están llevando francamente mal (solo hace falta echar un ojo, si es que te invitan, a esas orgías virtuales o presenciales y encuentros furtivos al margen de esta clausura impuesta por el estado de alarma. Unas tensiones sexuales no resueltas (o resueltas pero con denuncia incluida) que, en muchos casos, acaban por ceder a la rutina convirtiéndose en tristeza, desolación y desidia.

Para ese caso, Almodóvar nos recomienda que no dejemos de ver una serie de películas para mantener ese deseo en lo alto y así poner su granito de arena en tu más íntima sexualidad (ya vivas solo o acompañado de tu churri). ¡Apunta! Strangers When We Meet de Richard Quine; The End of the Affair de Neil Jordan; Bonjour Tristesse de Otto Preminger Letter from an Unknown Woman de Max Ophüls. ¡Ya nos contarás si te sirven!

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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